Los Mares y Océanos Colombianos
Los mares en Colombia son de suma importancia, ya
un 45% de la soberanía del país se encuentra en el Pacifico y el Caribe; por un
lado tenemos al imponente Océano Pacifico, aquí se ubican las islas de
Malpelo, Gorgona y Gorgonilla (además de otras islas continentales) hace 16
años la Organización Marítima Internacional reconoció a la Isla de Malpelo como
zona marítima especialmente sensible y en 2006 fue declarada patrimonio de la
humanidad por la Unesco; entre junio y noviembre las ballenas jorobadas llegan
a esta isla; también en este océano se encuentra el 90% de la pesca nacional.
Además, la isla Malpelo se encuentra cerca de la
Antártida, la isla Gorgona posee los bancos coralinos más grandes del mundo,
además de una selva tropical húmeda, funciono como prisión de máxima seguridad
para criminales colombianos; fue declarada Parque Nacional por el gobierno
Colombiano y Patrimonio de la humanidad por la Unesco.
El Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa
Catalina, es considerada el departamento más grande de la República de
Colombia, es una muestra de la gran riqueza insular de nuestra nación. A este
pertenecen las majestuosas islas Cayo de Alburquerque, East Southeast,
Roncador, Serrana, Quitasueño, Bajo Nuevo, Serranilla, Alicia y demás islas,
islotes, cayos morros, bancos y arrecifes.
Gracias a la biodiversidad, los corales resultan
ecosistemas vitales para las zonas costeras del Caribe, y también conforman una
barrera natural (la tercera más grande el mundo después de Australia y Belice)
que hace frente a las rudas olas.
Colombia también tiene riqueza sumergida en sus
majestuosas aguas, Según la Unesco estima que más de un millón embarcaciones
están hundidas, entre ellas el Galeón San José que es considerado uno de
los naufragios más valiosos del planeta. Se hundió en 1708 cerca de la isla
Barú, hoy mar territorial de Colombia.
Debido al calentamiento global, desde 1960 se han
registrado 83 eventos cálidos extremos en las costas del Caribe colombiano y
136 en la cuenca del Pacífico.
Esto ha influido en el blanqueamiento de los
corales y la disminución de especies en el océano.
En el centro y sur de la costa Pacífica y en La
Guajira, en el mar Caribe, están las aguas marinas más frías del país. Esto
favorece una mayor producción de peces, plantas y otras especies.
Miles de organismos que habitan los mares
colombianos son fuente de sustancias químicas con potencial farmacológico e
industrial; antibióticos, antivirales, antitumorales, aditivos para cosméticos,
entre otros. Todo un potencial estudiado por químicos, químicos farmacéuticos,
biólogos, microbiólogos y genetistas moleculares de la UN.
Sobre las inmensas olas azules se tejen los mitos y
las leyendas de los pueblos, como Yemayá, diosa del mar, protectora de
navegantes, barcos y pescadores, deidad yoruba trasladada desde Nigeria por el
movimiento de esclavos al continente americano, principalmente al Caribe y
Brasil, sincretizada después en Stella Maris; o las leyendas de la Madre de
Agua y el Riviel, en el Pacífico colombiano.
Para concluir, una parte importante de nuestra
economía, cultura, ciencia, industria, turismo e historia se encuentra en el
mar y los océanos; por eso es importante cuidarlos y protegerlos; aprovechemos
al máximo esta privilegiada posición que poseemos.
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